15 de enero de 2013

NOVENA ESCENA

(Name) se encontraba de buen humor; le agradecí a Dios que en esta ocasión pudiéramos entendernos bien en nuestra prueba, se trataba de la repetición del último ensayo, me emocioné; y al pensar en lo mal que me había ido en la clase anterior con ella a causa de mis extravagantes excusas, que en nada le habían impactado, era mejor dejarlas en el olvido para tratar de concentrarme en mi estilo. Yo me encontraba muy preparado, y más aún por la inspiración provocada por aquellas hermosas damas que días atrás se habían cruzado en mi camino; Alice con su estilo de mujer interesante, por lo mismo irresistible; y Marie, tan seductora como su himen. Intacto como el de la virgen cuando concibió al profeta más famoso de toda la historia. ¿Quién quita que Marie, en un impulso loco como el de Ana, algún pudiera concebir por mí un ser similar al Cristo de mi madre? Facciones perfecta, ojos hermosos, inteligencia única y lo más importante; profeta, el perfecto para decirme cuál de todas mis mujeres sería mi definitiva, o por lo menos, la que más cerca del paraíso pudiera transportarme. No lo sabía.
   (Name) estaba reluciente, jamás había identificado con detalle su rostro, ni siquiera su cuerpo, tenía tantas mujeres en quien pensar, que (Name), con la antipatía con que asistió a varias de nuestras clases pasadas, lo único que había logrado despertar en mí fue indiferencia y rabia por ser tan inalcanzable para mi sexo. Esta vez la vi fenomenal; traía un vestido azul, largo casi hasta el suelo, le forraba la cintura y luego caía hacia abajo muy suelto, ella daba una vuelta y el vestido bailaba con ella, parecía perdida entre un simulacro de olas, siempre traté de mirar hacia adentro mientras me enseñaba su paso y nunca pude verla. Traté de concentrarme nuevamente cuando repitió, esta vez pude lograrlo y salí corriendo a su encuentro en la mitad del salón, la atraje con fuerza hacia mi cuerpo, mi cara a unos centímetros de la suya, nuestros labios muy cerca, la abarqué con mis abrazos, le agarré la mano y lentamente empecé a desenrrollarla de mi cuerpo. La extrañé mientras estuvo lejos. Subí las ,anos y empecé a darle vueltas, luego me aparté y ella continuó girando sola en la mitad del escenario, me quedé observándola; parecía una muñeca de esas que bailan en las cajas de música.
   Aquella imagen empezó a repetirse en mi mente una y otra vez, como disco rayado. Lo logramos, fue nuestro mejor ensayo y (Name), con su sonrisa, se veía feliz y yo empezaba a recordar cada uno de nuestros ensayos, las mejores y las peores clases, su mal humor repentino cuando no lográbamos compenetrarnos, y su cara de satisfacción cuando lo hacíamos tan bien como esta vez. Luego de nuestra danza la abracé, y ella correspondió, sentí amor y me asusté, de momento me asaltó un fuerte pálpito en el corazón -esto no puede pasar- me dije a mí mismo. La invité aun café y esta vez sabía que lo iba a lograr. Ella accedió.
   Caminabamos dos cuadras, de repente me quedé sin una sola palabra. Nunca antes me había sentido tan bloqueado al asombrar a una mujer, siempre se me ocurría algo interesante para impresionarlas a todas, hacía múltiples piruetas, ya me las sabía de memoria, incluso las palabras que tenía que utilizar en el momento justo, pero no, mi sentimiento esta vez fue diferente, sospeché que necesitaba ser más interesante y menos práctico. Antonia parecía ser un hueso difícil de roer, una mujer que poseía una belleza inenarrable, mucho talento, gran inteligencia; en resumen, tantos encantos que no me dejaban permanecer tranquilo mi espíritu empezaba a ponerse nervioso. Qué mal momento pasé aquel día con (Name), estuve bloqueado por completo, sentí que la sangre se me había ido hasta la cabeza y me empezó un dolor intenso. Ella llamó a un mesero y se portó como una madre, me consiguió medicina y aquel terrible dolor se me quitó de repente.

   -Gracias, (Name), no es para tanto -le dije sin encontrar algún tema interesante de conversación.
   -Tom -me dijo. Volteé a mirarla con ojos de deseos, pero sentí que era otra clase de deseo.
   -Quiero felicitarte, esta vez nos entendimos muy bien, nunca antes te había visto bailar tan concentrado -me dijo con ojos que parecían diamante brillando en la oscuridad.
   -Gracias, (Name), pero creo que estás exagerando -le dije temeroso.
   -No, es cierto, Tom. Después de lo mal que nos fue en nuestro último ensayo no me lo esperada -me dijo con la seguridad de que ella era la mejor, y creo que así lo era. Por primera vez reconocí en mi interior que alguien era mejor que yo; y pensar que lo reconocía sin importarme que fuera mujer. Algo demasiado difícil de aceptar tratándose de un macho, un galán que puede tener acceso fácilmente a cada una de las de su género opuesto -pensé para mis adentros: -esto es algo increíble- sonreí para mí sin calcular que ella me observaba.
   -¿Por qué te ríes? -me interrogó sorprendida.
   -No es nada importante, simplemente que me alegra mucho poder lograr esta escena contigo, la había ensayado tantas veces en casa, que creo que valió la pena el esfuerzo -le dije con un convencimiento único, aunque estuviera mintiendo, pero mi experiencia era tan amplia, que a veces funcionaba con una mujer como ella. Era ventaja que otros hombres no tenían, esta vez sería mi salvación. Vi que (Name) se sintió muy a gusto conmigo, eso me hizo sentir muy importante, mi autoestima se alimentó.Dicen que cuando uno tiene elevada su autoestima siempre le va bien, y creo que en esta ocasión eso fue lo que me ocurrió, pues ya venía preparado desde antes; la vida me estaba dando oportunidades, aunque todas se relacionaban con mujeres, estoy seguro de que yo era el hombre más afortunado del planeta, incluso llegué a pensar que era el mejor. ¿Y por qué no habría de serlo si en realidad lo era? Le agradecí a Dios por tantos favores, le regalé a (Name) un beso en la muñeca como premio a mi fantasía como ella y como desahogo de no haber podido hacerlo cuando a mis siete años, vi por primera vez la escena de aquella hermosa mujer que me inspiró a ser un gran bailarín. Rachel.
   Aunque aquella tarde no me fue imposible hacer nada más que tomar café con (Name) y conversar, reconozco que fue una tarde tan fascinante que nunca olvidaré.




Esto toma un rumbo raro con respecto a Tom y (Name) e.e. No me da confianza.
Adiós :-).

4 comentarios:

  1. Genial,me encanta,me fascina es tan awww!!! jfgdgdghsasdaf me encanta
    ya quiero leer mas
    cuidate mucho bye :)

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  2. Awwwe que rumbo tomaran esto me emociinaa!! Siguelaa :D
    bye cuidate

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Nos vemos en la siguiente escena.
Gracias :3