21 de febrero de 2013

DÉCIMA NOVENA ESCENA

ANTES DE QUE LEÁIS: si notáis el nombre de 'Verónica', en realidad es 'Stephanie'. Lo siento xd.

No sabía que le estaba ocurriendo a mi memoria. ¿Cómo era posible que me hubiera olvidado de Stephanie? ¿La pelirroja más bella que había conocido en el verano pasado? Parecía un cielo estrellado, con contextura delgada, la piel morena y facciones tan delicadas; un sólo defecto, no sabía bailar y tampoco le gustaba. Yo acababa de llegar al hotel donde iba a permanecer durante una semana con Carlos, "La Perla Verde"; era uno de los lugares exclusivos ubicado frente al mar en una de las islas más paradisiacas del planeta. Stephanie se encontraba sentada en la playa contemplando el atardecer; usaba unos pantalones cortos, y la parte de arriba de su traje de baño, unas sandalias transparentes que se enterraron sobre la arena húmeda por el roce de las olas contra sus pies. Cuando la vi desde el balcón del cuarto agudicé la mirada y empecé a identificar cada centímetro de su cuerpo, su piel morena y delicada, todo lo que mis ojos alcanzaron a apreciar mientras la brisa jugueteaba con su pelo y yo soñaba. Aunque idealicé muchas veces aquella imagen, nunca pude identificarla haciendo el amor conmigo, pues ella se encontraba comprometida, y sus tabúes no le permitían llevarme hasta la cima del placer pecando conmigo; sin embargo, estuve a punto de lograrlo.
   Cuando tomé la decisión de salir a buscarla, me encontraba ya bañado y listo con mi mejor loción, muy bien peinado y vestido con una apropiada ropa de playa; jean corto, sandalias, camisa blanca, las gafas seductoras que me hacía ver el hombre más apuesto de todo el lugar y perfume para mi boca; puro mentol refrescante para lograr cautivarla con mi primer beso.

   -¿A dónde pretendes ir tan rápido? -me preguntó Carlos con la cara llena de crema de afeitar, su cuchilla en la mano y su estúpida mirada de asombro en vista de la agilidad con que hice exactamente lo mismo que él debía haber hecho en el mismo tiempo para poder salir "de caza".
   -A aprovechar mi tiempo -le dije mirando el paisaje que me obsequiaba el balcón del cuarto.

   Carlos salió en calzoncillos para comprobar la verdad de mis palabras.

    -¡No lo puedo creer! -dijo en tono aún más espantado.

    Ya no quise escucharlo y salí corriendo, gritándole -te espero abajo, y de paso mientras te alistas ya tendré preparada tu damita.

   -Estás loco cabrón, ¿no ves que la hembrita está acompañada? -me dijo y de inmediato yo me regresé para comprobar la falsedad de sus palabras.

   Me asomé y me di cuenta de que alguien se le acercaba en ese momento y aunque eso no me gustó para nada, me arriesgué a seguir adelante, entusiasmado por mi reto.

   -Te vas a quemar, cabrón, vas a ver, ahora sí te vas a llevar un susto de la madona -me dijo con voz de advertencia.

   Hice caso omiso de sus estupideces y me aventuré; salí corriendo de la habitación como si fuera ésa la última oportunidad que tenía para estar con una pelirroja.
   Cuando llegué, ella se encontraba nuevamente sola. Alcancé a uno de los meseros para que me ayudara y le pedí que la invitara de parte mía el coctel que ella tenía encima de su mesa, mientras yo me zambullía en el mar para cargar mis energías masculinas. La miré de lejos, ella sonrió levantando su mano en ademán de agradecimiento; yo sonreí también levantando la mía. Y pensar que para poder acercármele, debía hacer tantas cursilerías. Cavilé mientras continuaba enseñándole mi hermosa dentadura arreglada por mi amigo Gustav, el mejor odontólogo que conocía hasta el momento.
   Estuve por lo menos veinte minutos refrescándome con el agua fría del mar en el atardecer de aquel placentero domingo, y los peces jugando conmigo; yo continuaba mirándola y sonriendo de lejos, haciendo que la espera se hiciera cada vez más desesperante para ella y sus deseos de conocerme aumentaran. De repente, alcancé a ver cuando se levantó de la arena, sacudió sus caderas y cogió su toalla; ¡qué estúpido fui! Salí corriendo del agua, que en lugar de aliarse conmigo, parecía que me detuviera. Ella se despidió de mí desde lejos devolviéndome la misma sonrisita de idiota que me había visto en todo ese tiempo; y no la pude alcanzar. ¡Maldición! Me dije a mí mismo; cómo me pasa esto.
    Esta fue una historia que a partir de ese momento saldría de la boca de Calor para burla de todos mis amigos, y aunque le dí tema para gozar en aquella larga noche de mi fracaso sentimental, al día siguiente pude taparle la boca con una nueva lección de macho experimentado.
   En medio de la celebración de esa noche, y de los múltiples choques de copas para brindar por ellas, me levanté del bar del hotel luego de haber apostado con Carlos me recuperaría el tiempo perdido con la pelirroja, me fui para donde el botones que me había hecho mi amigo a causa de mi jugosa propina de llegada, y le pedí el favor de que me averiguara el número de habitación de la damita y todo los detalles; con quién venía y si se había registrado con el mismo apellido del sujeto que tuviera la fortuna de estar bien acompañado en un lugar como ésos. Logré descubrir que había llegado con un intruso, pero que por fortuna ya se había retirado del lugar; para mi suerte la había dejado sola. Acto seguido. hice un pedido de orquídeas para su habitación acompañadas de una nota con mi mejor firma:
   

¿Me permites conocerte, preciosa? Me acordé de las antiguas hazañas de mi padre con sus notitas extraviadas entre los clubes, bares, discotecas, restaurantes y hasta en tiendas. A continuación de mi nota: Si así lo quieres, te espero en la playa a las 1O:3O AM". No me falles, puntualicé. Carlos no hizo más que burlarse toda la noche de mi estilo de mariquita, ya me tenía cansado de sus historietas baratas, pero estoy seguro de que no había ninguna como las múltiples que yo tendría para contarles a mis nietos algún día.

   A las 1O en punto de la mañana me preparé para salir a la playa con la crema untada y listo para regalarme mi mejor bronceado. 1O:3O AM, ella o llegaba, 1O:45 AM, yo ya estaba empezando a preocuparme, pues no podría perder mi apuesta con Carlos y poner en tela de juicio mis capacidades de conquista; 11:OO AM  y Verónica no aparecía; ya estaba empezando a entrar en pánico cuando la vi aparecer enfrente de mí y yo haciendo el ridículo al mirar ansiosamente hacia atrás. Mi primera falla.

   -Discúlpame por la demora, estaba hablando por teléfono. No pude venir antes -tuvo la osadía de afirmar como si no supiera que con eso evidenciaba algún compromiso atravesado a mala hora para mis intenciones de conquista.
   -¿Algún problema en particular? -le pregunté poniéndome al descubierto.
   -Mi novio -me dijo con cara de aburrimiento, afirmando que estaba comprometida, pero que acababan de tener una discusión muy fuerte. Por fin encontré una tabla para aferrarme a la ilusión de ganar algo de terreno con ella. Al fin de cuentas nunca estaría interesado en algo serio.

   Fue la tarde más maravillosa de mis vacaciones y pude dejar a Carlos boquiabierto; ésa fue una de las cosas que más me alentaron. El reto. Definitivamente, las metas sí eran lo más importante en mi vida. Logré convencerla, la invité a bailar; no aceptó afirmando que no le gustaba el baile; sentí un dolor en el pecho cuando me dio la noticia, pero a cambió, me invitó a su habitación, nos bebimos muchas copas; nos embriagamos, reímos, lloramos, le desaté mi vida, pero esta vez con la precaución de no mencionar a ninguna otra mujer por error; le hablé acerca de todos mis logros profesionales, mis reconocimientos y mis más nobles sentimientos; ella quedó maravillada con mis historias, empecé a besarla, ella empezó a tocarme, se desnudó, le besé cada poro de su cuerpo, ella se excitó y alcanzó uno de sus mejores orgasmo, y cuando yo iba a ingresar en su cuerpo, ella de repente se detuvo y entre risas sonrisas y sollozos me dijo dijo como flechazo para mi alma: -no puedo hacerlo Tom; tengo un pacto de fidelidad con Roger y debo cumplirlo. Silencio total en la sala. Me quedé pensativo, me pareció ridículo aquel nuevo estilo de fidelidad; como si consistiera únicamente en la penetración.
   Reaccioné. No pude creerlo; esta mujer había abusado de mí sexualmente, me engañó como la más vil y abusiva de todas las mujeres, se aprovechó de mis ganas para ella llegar a su cima y no me permitió acompañarla. No aceptaba tal situación hasta que ella se exudó con mil palabras y muchas explicaciones sin sentido, y aunque en ningún momento le puse atención a lo que dijo, en el fondo de mi ser descansé al recordar que tenía la constancia de que Carlos ya me había visto entrar a la habitación con una botella de vino en la mano y muchos besos previos. Él no tendría por qué enterarse nunca de mi fiasco. Le dí gracias a Dios aquella vez, porque aunque no pude sentirme adentro de ella, por lo menos logré ganarme su deseo, le regalé un orgasmo, y al final de cuentas pude desquitarme con una chica que conocí en el bar la noche posterior en ese evento. Stephanie al día siguiente se marcharía del hotel con todos mis teléfonos y con mi ilusión en las manos, de querer volver a verla para pasar un nuevo momento como ése, aunque lo lograra únicamente como su despedida de soltera. No pude creer tanta energía gastada y desperdiciada. Me convencí una vez más de que al estar en manos de mujeres, cualquier cosa podría suceder. Ésa era mi realidad y tendría que aprender a convivir con ella para no terminar en una casa para locos.
   No he dejado de reconocer que el motivo principal que me había llevado a esconderla en el limbo de mi memoria, fue el hecho de no haber culminado mi acto; seguido de la desilusión de comprobar que no le gustaba el baile; eso sí era un verdadero pecado mortal para mí. No obstante, el momento que viví con Stephanie fue espléndido, además, salido de lo normal. ¡Qué recuerdos! Y pensar que me había buscado mientras yo me encontraba incapacitado por mi pie y no haberla recordado cuando mi madre me dejó anotado el recado en su libreta, ¡cómo olvidar aquel momento! ¡Cómo pensar en no ir a buscarla luego de su llamada! Sería muy torpe si dejaba pasar esta oportunidad.



LOL, "abusaron de él sexualmente" xD.
Chicas, perdonen por no subir, pero es que ahora sí la escuela me está consumiendo! x.x Y bueno, debo cumplir! xd
Adiós ;-).

2 comentarios:

  1. Ay sii pobre Tom :D hahahaha
    me encantaa mucho la fic..
    Siguela ni buen puedas xD
    bye cuidate

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  2. jajajaja pobre Tom xD
    está muy bueno el cap
    espero el prox
    bye cte:)

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Nos vemos en la siguiente escena.
Gracias :3